La cuenta por favor.
Nadie sale de un
lugar sin pagar la cuenta si es que vas a un restaurante o a algún lugar donde
si o si te van a cobrar, a no ser que, seas invitado por alguien pero hay casos
en que terminas pagando por A,B, o C motivo.
Así es nuestra vida
en la que acumulamos cuentas que nos cuesta pagar y muchas veces llenamos
nuestro corazón de cuentas emocionales del presente y del pasado. Creemos que
podemos en algún momento librarnos de ella pagando con alguna persona, viaje o algún
tipo de distracción o comenzando todo de nuevo. La respuesta muchas veces es “no”,
nada se va por mas que nos esforcemos las cuentas van a seguir ahí.
La mejor manera de
soltar todo aquello que nos ha robado el saldo de vivir, de iniciar de nuevo
con los sueños y metas que se han postergado es única y exclusivamente con la
ayuda de Dios. Porque hay una pasaje en la biblia que dice en Marcos 8:37
¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?.
Jesús, cuando hablamos de Él, nos referimos
que dio su vida por nuestras cuentas del pasado, cargas y todo aquello que no
podemos soltar en un sentido figurado “pagar”.
El precio de su muerte en la cruz
donde prácticamente derramo toda su vida hasta hoy día nadie pudo igualar bajo
ni un sentido lo que hace mas de dos mil años sucedió.
Entonces, no hay nada que podamos
dar por nuestra propia alma que no haya dado ya Jesús hace mas de dos mil años.
Es un buen momento para que le entregues tus cuentas al que puede y desear
pagarlo todo.
Yo lo hice hace más de 15 años y lo
sigo haciendo todos los días.
Dios te bendiga.
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