De Aquel Niño en el Sofá al Abogado con Propósito: Mi Viaje en el Mundo del Derecho

 


¿Alguna vez tuviste una de esas epifanías tempranas que, sin saberlo, moldearían tu futuro? Para mí, ese momento llegó a los nueve años, mientras estaba sentado en el sofá de mi casa, absorto en el noticiero del mediodía junto a mi papá. En medio de las noticias, una voz infantil e inocente brotó de mí: 'Yo quiero ayudar y defender a esas personas'. La respuesta de mi padre fue sencilla pero trascendental: 'Entonces, hijo, deberías ser abogado'.

Esas palabras sembraron una semilla en mi mente joven. Durante años, esa idea permaneció latente, un susurro constante en mis pensamientos. No sabía exactamente qué implicaba ser abogado, pero la imagen de alguien que podía 'ayudar y defender' se quedó grabada en mi corazón. Fue una intuición pura, un llamado incipiente que el tiempo se encargaría de fortalecer.



El Poder Judicial como Puente y Escuela.

Apenas terminé la escuela secundaria, la vida me brindó una oportunidad que sentí como un guiño del destino: ingresar a trabajar en el Poder Judicial como pasante. Fue una experiencia invaluable, un primer contacto directo con el mundo de las leyes, los procesos y la realidad de la justicia. Al mismo tiempo, con la misma ilusión de aquel niño, inicié mi camino académico en la Universidad Nacional del Este, persiguiendo mi sueño de convertirme en un gran abogado.

Años de Esfuerzo y Resiliencia.

El camino hacia el título no fue un lecho de rosas. Fueron años largos, marcados por incontables horas de estudio, noches en vela y momentos de profunda incertidumbre. Hubo meses, incluso años, en los que la idea de desistir cruzó por mi mente. Los obstáculos fueron muchos y desafiantes, poniendo a prueba mi determinación y mi fe en ese sueño que había nacido tantos años atrás. Sin embargo, la imagen de aquel niño queriendo ayudar y defender siempre fue mi motor, la fuerza que me impulsaba a seguir adelante.

La Dedicación a la Profesión: Un Nuevo Capítulo.

Finalmente, hace dos años, llegó el momento de dedicarme por completo a mi profesión. Antes, la política había capturado gran parte de mi tiempo y mis recursos, una etapa de aprendizaje y compromiso cívico. Pero hoy, mi enfoque está firmemente en el derecho. Soy Abogado, Gestor, Penalista y Agente de Marcas. Cada día es una nueva lección, una confirmación de que la teoría y la práctica son dos mundos que se complementan y a veces chocan. He visto de cerca la nobleza de colegas intachables, pero también la sombra de aquellos que, por dinero o ambición, tuercen la justicia. Ese no es mi camino.

Un Legado de Integridad.

Mi anhelo va más allá de los casos ganados o los títulos obtenidos. Quiero construir un legado para mi generación, que puedan recordar que hubo un abogado que marcó la diferencia, que defendió sus principios por encima de cualquier interés. Quiero inspirarte a ti, joven que estás buscando tu camino, a que elijas la profesión que elijas, lo hagas con pasión, con entrega y, sobre todo, sin jamás negociar tus valores.

Llamado a la Acción.

Si esta historia resuena contigo, si sientes esa inquietud por la justicia y la defensa, te invito a explorar el fascinante mundo del derecho. No será fácil, pero la recompensa de marcar una diferencia en la vida de las personas y en la sociedad es incalculable. ¡Nunca subestimes el poder de esa voz interior que te guía desde la infancia! ¿Cuál es tu 'noticiero' que encendió tu vocación?

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