Gran Precio
Siempre a la gran mayoría de las personas les gusta gastar, pagando caro
por cosas que tal vez va a usar una vez y luego ya no le va servir o bien por
simples antojo adquiere cosas sin sentido por simple capricho.
Cuando actuamos así, nos perdemos en este mundo que guía muchas veces
nuestra forma de vivir, de hacer las cosas sin darnos cuenta que todo lo que
gastamos es vano, algunos gastan porque tienen dinero nada más, no tienen un
fin o un objetivo en la vida.
Creo que hay momento en la vida donde vale la pena olvidarnos de las
cosas del mundo y todo lo que nos ofrece y realmente pagar un gran precio por
aquello que:
1. Nos puede salvar la vida
2. Alegrar el corazón
3. Llenar nuestros vacíos interiores
4. Llevar a conquistar lo que nos falta
en la vida.
Hay un gran
precio que ya fue pago por cada uno de nosotros que y nadie más puede pagar, el
cual es, nuestro pecado. Es algo imposible para el ser humano que diga “vengo a
pagar con un cheque por todos mi errores que cometí en la vida conmigo mismo,
con mi familia, con mis amigos etc.” Nadie puede hacer eso.
Solo un
hombre pudo, pero antes debemos pagar un gran precio para alcanzar el perdón de
nuestros pecados, debemos hacer dos cosas sencillas:
1. Dar lo mejor que tenemos, pagar un
gran precio, entregar nuestra vida a Jesús.
2. Derramar todo nuestro ser en su
presencia para preparar lo que somos para su venida a nuestra vida.
Estoy
convencido que todo podemos pagar este gran precio, no es difícil, no requiere
muchas vueltas ni menos dinero en efectivo, tampoco cheques. Simplemente Dios
necesita tu vida.
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